Mi respeto, cariño y admiración para todos los componentes de este legendario grupo de danzantes que son portadores de nuestra historia y que no transmiten con sus danzas y colorido, la esencia de la más antigua de nuestras fiestas tradicionales. A todos ellos, que con impaciencia esperan este momento cada año, les mando un abrazo enorme. También no me olvido de todos Los Negritos que aunque la edad o la enfermedad no se lo permitan, no dejan de acudir cada año a ermita para ver cómo le bailan y hacen reverencias a San Blas. Muy especialmente quiero dedicar estas palabras a Juan Jesús Pulido Gómez para que pronto esté recuperado y pueda bailar la Zapateta al santo. Y a todos los que ya no están, mi recuerdo y gratitud por todo lo bien que nos lo hiciste pasar. Ellos estarán bailando en el cielo y seguro que estarán orgullosos de vosotros por mantener viva esta tradición.
Vivan Los Negritos y Viva San Blas