lunes, 6 de enero de 2025

Desvelando mitos y leyendas sobre la gorra de Montehermoso

Máxima Hernández García (hija de Ana García Ruano)
Fotografía: Ruth Matilda Anderson. Montehermoso, año 1928

A lo largo de los siglos, la indumentaria tradicional ha sido un fiel reflejo de las sociedades que la han creado. La gorra de Montehermoso, un emblema de la identidad cultural extremeña, no es una excepción. Sin embargo, a lo largo del tiempo, una serie de mitos y leyendas se han tejido en torno a este singular tocado femenino, ocultando su verdadera historia y significado.

En varios artículos publicados he intentado desentrañar los falsos mitos que han rodeado a la gorra de Montehermoso, con el objetivo de rescatar su autenticidad y reivindicar su valor como parte del patrimonio cultural extremeño.

Uno de los mitos más persistentes es el que relaciona la gorra con el estado civil de la mujer. Se ha hablado de gorras de soltera, casada y viuda, cada una con su propia simbología. Sin embargo, esta clasificación resulta ser una construcción artificial, carente de fundamento histórico. Las únicas denominaciones auténticas son las de gorra de espejo y gorra de clavelera, a las que se sumó posteriormente la gorra de luto que utilizaban las mujeres cuando algún familiar moría, ya fueran jóvenes o casadas, ya que era una manera de guardar el luto. Por otra parte, era el color negro el que habitualmente lucían las viudas y las mujeres mayores en las gorras.

Y por supuesto indicar que es cuanto menos absurdo afirmar la existencia de gorras de casada alegre y viuda alegre como vimos en alguna ocasión. Tales denominaciones carecen por completo de base histórica y son un claro ejemplo de cómo la imaginación puede tergiversar la realidad. Atribuir a un simple tocado femenino connotaciones tan específicas y chabacanas es, sencillamente, ridículo.

Resultan especialmente ofensivas las afirmaciones que relacionan el tipo de gorra con la supuesta disposición de una mujer a buscar pareja. También el insinuar que la borla de la cobija indicaba que la mujer era virgen o que en el caso de las viudas significaba que ya tenía ganas de juntarse con un hombre. Estas conjeturas no solo son falsas, sino que además revelan una visión equivocada de la mujer, reduciéndola a un mero objeto de deseo.

La idea de que existían gorras con nombres tan específicos y con connotaciones tan claras sobre el estado emocional o las intenciones de una mujer es, sencillamente, inverosímil. La sociedad rural de la época, con sus códigos morales y su conservadurismo, no habría permitido semejante manera de comunicar estados emocionales tan íntimos y personales a través de un tocado.

La invención de categorías como gorra de soltera, gorra de casada, gorra de viuda, gorra de casada alegre y gorra de viuda alegre es un claro ejemplo de cómo los mitos y las leyendas pueden distorsionar la realidad.

Otro mito muy extendido es el que afirma que el hombre rompía el espejo de la gorra de su esposa el día de la boda como símbolo de la pérdida de su virginidad. Esta creencia, además de ser ofensiva para la mujer, carece de cualquier base histórica o cultural. La sociedad rural de la época, marcada por la prudencia y la castidad, no habría tolerado una práctica tan explícita y degradante.

La realidad es mucho más sencilla y cercana. La gorra de espejo era un tocado de gala, utilizado tanto por mujeres solteras como casadas en ocasiones especiales. El espejo, lejos de ser un símbolo de estado civil, era un elemento decorativo que añadía un toque de coquetería y elegancia al atuendo. De hecho, era común que las suegras regalaran una gorra de espejo a sus nueras cuando se casaban para lucirla en las grandes fiestas, como la romería, las ferias o las fiestas del patrón San Bartolomé.

Es importante destacar que la idea de que la gorra de Montehermoso evolucionó a lo largo del tiempo, adaptándose a los diferentes estados civiles de la mujer, es una construcción posterior. Esta visión romántica y muy extendida, no se sostiene ante las investigaciones realizadas entre las personas mayores de Montehermoso.

A principios del siglo XX, la gorra era una pieza fundamental en la vestimenta diaria de la mujer montehermoseña. Su diseño sencillo y funcional contrastaba con las gorras más elaboradas que se lucían en fiestas y celebraciones. Con el tiempo, la moda influyó en el diseño de las gorras, añadiendo nuevos elementos decorativos y colores. El uso del espejo no tenía esas referencias o valores simbólicos que se le atribuían. Aunque siempre se nos dijo que su función principal era proteger del sol y el calor, muchas mujeres mayores comentaban que para las labores del campo en verano preferían sombreros de paja más amplios que les protegían mejor del calor y el viento (sombreros de cama de liebre). Que en otoño-invierno la gorra era más llevadera en el campo.

La idea de que el espejo de la gorra servía para que las mujeres se acicalaran después de trabajar en el campo choca con las costumbres de la época. Las mujeres que se dedicaban a labores agrícolas solían cubrirse el rostro con un pañuelo para protegerse del sol y por normas sociales y culturales, ya que tenían la creencia de que estar morena, era un signo de clase baja, ya que se asociaba a los trabajos agrícolas y la pobreza. Una mujer mayor me comentaba en una ocasión "El sol y el aire frio del invierno curtían nuestra cara, y por eso nosotras no queríamos que nos vieran estropeadinas, para eso nos tapábamos bien con el pañuelo y el sombrero, para que nuestro cutis luciera resplandeciente cuando fuéramos al baile en las fiestas gordas. Solo las señoritas del pueblo lucían la cara blanca. Luego ya vinieron las modas de tomar el sol, pero eso a nosotras ya no nos tocó".

Por otra parte, indicar que las gorras más galanas, con sus espejos, se reservaban para ocasiones especiales. De hecho, muchas mujeres mayores recordaban que solo cuando las gorras de espejo ya estaban muy viejinas y usadas se dejaban para el campo, ya que mayoritariamente preferían los sombreros de paja más amplios y protectores de los rigores del estío.

"Que en alguna ocasión utilizarán el espejo para mirarse, al terminar el trabajo en las huertas y se colocarán la gorra antes de subir al pueblo, no quiere decir que esa fuera su función, ya que veníamos tapadas hasta los ojos y poco teníamos para acicalarnos. Las gorras galanas que estaban viejinas las aprovechábamos para el campo, pero las nuevas, esas eran solo para las fiestas."

Esto me comentaba Silvestra Mahíllo Garrido (Q.E.P.D.), una increíble y centenaria montehermoseña en una de las entrevistas que le realicé sentada al calor del sol de primavera con las vecinas.

La gorra de Montehermoso, un ícono de la indumentaria extremeña, es el resultado de la creatividad y habilidad de una artesana local. A mediados del siglo XIX, Ana García Ruano transformó un sencillo sombrero de paja de centeno en una pieza única y elegante. Con un ingenio innato, deshizo un sombrero por completo y lo adaptó, elevando la copa y las alas para poder encajar el moño tradicional. Por lo tanto, se hizo pensando principalmente en adaptarla al peinado de la mujer montehermoseña. Esta creación original se convirtió en un símbolo de identidad para las mujeres de Montehermoso, quienes la lucían con orgullo en fiestas y celebraciones.

La calidad de la paja de centeno y la meticulosidad en su elaboración garantizaban la durabilidad y belleza de cada gorra. Incluso tras perder la vista debido a su enfermedad, en los últimos años de su vida, Ana García Ruano continuó trabajando y elaborando gorras, para ello le clasificaban las pajas de centeno y ella se encargaba de hacer la trenza y el cordón, y luego al final, dar el visto bueno con sus expertas manos, demostrando una pasión y perseverancia excepcionales. Su legado perdura en cada pieza, un homenaje a su talento y a la rica tradición artesanal de Montehermoso.

En Montehermoso, la elaboración de gorras ha sido un arte transmitido de generación en generación. Cada gorrera aportaba un toque personal a sus creaciones, respetando siempre el modelo original. Además de las famosas gorras se confeccionaban sombreros de "cama de liebre", de ala plana y redonda, y otras gorras de capotas más bajas y sencillas, con visera delantera y escotadura trasera. Estos últimos modelos, incluso anteriores a la gorra que conocemos actualmente, solían llevar decoraciones frontales. Es fundamental destacar que la diferencia entre gorra y sombrero radica en el ala. Si esta no rodea completamente la cabeza, se considera una gorra.

La gorra de Montehermoso es mucho más que un simple tocado. Es un símbolo de la identidad cultural de Montehermoso y de toda Extremadura. Representa el ingenio y la creatividad de las mujeres artesanas, así como la importancia de las tradiciones y las costumbres en la vida de las mujeres rurales.

 

En memoria de Ana García Ruano


Máxima Hernández García (hija de Ana García Ruano)
Fotografía: Ruth Matilda Anderson. Montehermoso, año 1928


Bibliografía:

Sánchez Alcón, Juan Jesús “Joaquín Sorolla. El cuadro dedicado a Extremadura El Mercado”y los tipos de Montehermoso” en Montehermoso Cultural. Patrimonio, Historia, folklore y cultura tradicional.

Sánchez Alcón, Juan Jesús “La gorra de Montehermoso: mitos, orígenes y realidades”, en Montehermoso Cultural. Patrimonio, Historia, folklore y cultura tradicional.

Sánchez Alcón, Juan Jesús “Las visitas de Ruth Matilda Anderson a Montehermoso en 1928 y 1949”, en Montehermoso Cultural. Patrimonio, Historia, folklore y cultura tradicional.

Sánchez Alcón, Juan Jesús “Los montehermoseños en el cuadro “Extremadura. El Mercado” de Joaquín Sorolla”.

Sánchez Alcón, Juan Jesús “Los montehermoseños en el cuadro “Extremadura. El Mercado” de Joaquín Sorolla”. Extremadura en la mirada de Sorolla 1917- 2017. REGIONAL DE EXTREMADURA, EDITORA.

Sánchez Alcón, Juan Jesús “Lazos culturales y comerciales entre la ciudad de Plasencia y Montehermoso. Aportes históricos desde mediados del siglo XIX”. Memoria histórica de Plasencia y las Comarcas, 2018, pp. 121-146.

Sánchez Alcón, Juan Jesús “La historia a través de la indumentaria tradicional. Origen, mitos y leyendas en torno a la gorra de Montehermoso”. Conferencia en la I Jornada sobre Indumentaria Tradicional de Extremadura. Montehermoso, 2 de febrero de 2019. 

Valadés Sierra, Juan Manuel. “La indumentaria como símbolo regional. La tradición inventada en el caso del traje femenino de Montehermoso”, Revista de Dialectología y Tradiciones Populares. T. XLIX (I). 

Valadés Sierra, Juan Manuel. “La indumentaria tradicional en la construcción de la identidad extremeña”, Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, Tomo LVIII (2).

Valadés Sierra, Juan Manuel. “La aportación cacereña al Pabellón de Extremadura en la Exposición Ibero Americana de Sevilla (1929)”, Revista de Estudios Extremeños, T.  LXIX (3).

Valadés Sierra, Juan Manuel. “La indumentaria tradicional como símbolo regional. El traje regional extremeño”, en La palabra vestida. Indumentaria histórica y popular, Soria: Excma. Diputación Provincial.


Fotografías:

Anderson, R. M., Spanish Costume: Extremadura, New York, The Hispanic Society of America, 1951.

Montehermoso: Imágenes para la historia

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Centenario del cuadro El Mercado de Joaquín Sorolla

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Historias, leyendas y anécdotas de Montehermoso

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CENTRO DE DOCUMENTACIÓN VIRTUAL: VÍDEOS

Sobre el origen de la Gorra de Montehermoso, sus mitos y tradiciones inventadas.

Indumentaria tradicional de Extremadura: Coria, Torrejoncillo, Montehermoso y Mata de Alcántara

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Documental de Eugenio Monesma Moliner, en el que podemos ver a Antonia Hernández Gil vistiendo a su hijo Orlando Hernández Garrido Hernández y su nuera, Noelia Rivera Martín.

Las huellas del folclore (02/05/2014)

Las huellas del folclore (02/05/2014)
Vídeo del programa 52 minutos. Canal Extremadura TV

Los Negritos de Montehermoso

Danza del Pie y El Mambrú (Montehermoso, Cáceres, 1972)

Danza del Pie y El Mambrú (Montehermoso, Cáceres, 1972)
Vídeo de la actuación del Grupo de Los Negritos de Montehermoso en el Concurso Nacional de Coros y Danzas de España en el Teatro de la Zarzuela en octubre de 1972 en Madrid, donde obtuvieron el 2º premio de 93 grupos participantes. Fondo de Música Tradicional. No-Do 125: Danza del Pie y El Mambrú (Montehermoso, Cáceres, 1972). Fuente: NO-DO: CANCIONES Y DANZAS

Montehermoso (Cáceres). El Pindongo

Montehermoso (Cáceres). El Pindongo
Vídeo del programa Raices – El Amor (I). Minuto 22:56 a 29:38. Fuente: RTVE.es A la Carta

Montehermoso (Cáceres) Danzas de Los Negritos: El ama del cura y el Mambrú

Montehermoso (Cáceres) Danzas de Los Negritos: El ama del cura y el Mambrú
Vídeo del programa Raices - El hombre y la danza. Minuto 02:05 a 08:05. Fuente: RTVE.es A la Carta

Taller de campanillos. Montehermoso (Cáceres)

Taller de campanillos. Montehermoso (Cáceres)
Vídeo del programa Raices – Los Gremios (I). Minuto 18:23 a 24:21. Fuente: RTVE.es A la Carta

Taller de alfarería. Montehermoso (Cáceres)

Taller de alfarería. Montehermoso (Cáceres)
Vídeo del programa Raices – El Pastor (I). Minuto 12:12 a 17:17. Fuente: RTVE.es A la Carta

Elección de la “Maja de España” en 1973 en Murcia

Elección de la “Maja de España” en 1973 en Murcia
Vídeo de la representante de Extremadura ataviada con un traje de Montehermoseña en la gala de la elección de la “Maja de España” en 1973 en Murcia. Fuente: RTVE.es Filmoteca Española NO-DO

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