Félix Alcón Gil
INTRODUCCIÓN
Siempre
me fascinó la historia y la vida de mi tío Félix, recuerdo desde mi niñez a mi
madre hablando de su hermano, lo hacía de de forma reservada y aludía a lejanos
recuerdos de su infancia y juventud con cierto aire de nostalgia. Cada vez que
me veía leyendo o escribiendo me decía “eres igual que tu tío Félix, siempre
con los libros en la mano”. Con el paso de los años dediqué una parte de mi
tiempo a investigar y conocer más sobre su vida, sus costumbres y las causas de
su marcha a Madrid.
Mi
curiosidad innata, la falta de información y lo poco que la familia sabíamos sobre
él me llevó a investigar sobre su vida y las circunstancias de aquella época
que le tocó vivir. De su historia apenas quedaban vagos recuerdos de su afición
a la lectura, su facilidad de palabra y
su afinidad con las ideas republicanas.
A lo
largo de estos años tomé nota de varios relatos que me contaron, recuerdo con
especial cariño cuando mi madre estaba enferma en la cama y sonreía cuando le
enseñaba su fotografía, abría los ojos y sonriendo me hablaba de cómo se fue
voluntario a la mili, como allí le cogió la guerra y como fue encarcelado y
liberado al finalizar la contienda. También me comentaba como luego se fue a
Madrid y allí ejerció de fotógrafo hasta que murió de una pulmonía a la edad de
33 años. Mi tía Ascensión y mi tía Vicenta coincidían en que era un hombre que
sabía mucho y escribía muy bien, en eso se parecía al abuelo Bernabé que
siempre leía el periódico para estar informado.
Además me
entrevisté con otras personas mayores que lo conocieron bien, tanto a él, como
a mis abuelos. De esas charlas tan didácticas guardo un buen recuerdo con Miguel
Garrido Dominguez, que
me hablaba con templanza y sabiduría sobre la vida y los episodios de aquellos
años. Con mi vecino Ramón Quijada Clemente también he pasado
interesantes veladas donde entre charla y charla me decía que el siendo adolescente
se acuerda mucho de cuando vinieron a detenerlo los guardias. Los dos me contaron
muchas cosas de su vida.
Mi
madre comentaba cuando estaba cuidándola los últimos meses de su vida que a mi
tío Félix le gustaba mucho la fotografía y la lectura, siempre decía que yo
había cogido el gusto por escribir como él, algo que también me decía Miguel
Garrido Domínguez. Con todo este trabajo pude indagar y averiguar parte de su
historia y a la vez recuperar algunos episodios de la vida de Montehermoso en
las primeras décadas del siglo XX.
NACIMIENTO
Y FAMILIA
Félix Alcón
Gil nació el 18 de mayo de 1912 en Montehermoso. Hijo de Bernabé Alcón Galindo
que por aquel entonces tenía 32 años de edad y de Justa Gil Morcillo de 27
años. En su acta de nacimiento expedida el día siguiente (19 de mayo de 1912),
figuran los abuelos paternos que eran Ramón Alcón Jiménez y Filomena Galindo
González. La profesión de mi bisabuelo Ramón era la de molinero, oficio que
también heredó luego mi abuelo Bernabé que ejerció de “Maestro Lagarero”, llevando las
cuentas en el Lagar de las Cuatro Calles del aceite y el control de los chiqueros o
compartimentos donde se depositaban las aceitunas antes de prensarlas para
elaborar el aceite. Otro oficio que compaginaba el abuelo Bernabé era el de
pescador en el río Alagón, siendo considerado como uno de los mejores y más
famosos de aquella época.
La mayoría del año Bernabé trabajaba de jornalero, ya que tenía su huerta
en el Cuarto Holgado (Huerta de los Davises) donde regaban
con una bomba de mano que sacaba agua de una noria, más abajo tenían una charca
desde la que regaban por gravedad debido a la pendiente del terreno.
Tengo constancia
de que cultivaba tabaco en la campaña 1937/38, como hace referencia un
documento de ese año sobre la concesión permanente para cultivar tabaco en la
parcela nº 1 en el paraje del Embarcadero, teniendo como linderos a Inocencio
Pulido y Santiago Garrido. Félix ayudaba a sus padres en las labores del campo
y en sus ratos libres departía charlas e inquietudes con otros vecinos afines a
sus planteamientos políticos.
Mi abuelo Bernabé era un hombre respetado y siempre estuvo muy bien
considerado en el pueblo. También era muy beato, ya que acudía todos los
domingos a misa con mi abuela Justa. Le gusta leer el periódico y estar
informado de la actualidad. Cuando los paisanos porfiaban enfrentando sus ideas
políticas el cantaba sainetes y coplas en tono burlesco atizando campechanamente
a unos y otros para suavizar las tensiones.
En una
ocasión le contó al joven Ramón Quijada Clemente como unos paisanos de Montehermoso se burlaban de la gente que estaba en
las huertas o en el campo con el ganado y les daban de lado. En cierta ocasión
se metieron con “Tío Claudio” cuando se arrimó a “Tía Matea”, pero en esto que
vino un hombre con gallardía harto de tantas burlas y les dio una buena “somanta” a todos, y ya no se volvieron
a meter con nadie.
Justa Gil Morcillo y Bernabé Alcón Galindo
FELIX EN CEUTA
Félix se fue voluntario
al servicio militar en África siendo muy joven y estuvo destinado en la
Comandancia General de Ceuta, en Planas Mayores y Grupo
del Hacho del regimiento de Artillería de Costa
de Marruecos en Ceuta. Cuando estalló la guerra civil la mayoría de
los soldados que estaban en contra del golpe, se sublevaron y para ello tenían
pensado un asalto a la fortaleza del Hacho el 15 de agosto de 1936 para liberar
a los políticos, sindicalistas y militares que no se sumaron al golpe, pero
tras una traición fueron detenidos y varios de ellos fusilados. Los artífices
de este complot, eran un cabo de automovilismo Julián del Barrio y el soldado
Urbano Bautista, que intentaron convencer a sus compañeros realizando
octavillas escritas a mano que decían “Soldados, rebelarse contra vuestros
jefes, contra el facio nos tenemos que unir todos".
En estos meses hubo una gran represión en Ceuta que sufrieron los que habían defendido la República por su labor política y aquellos que eran simpatizantes o realizaban otras actividades culturales, lo que originó que se masificaran las cárceles ceutíes y la zona del Protectorado español en Marruecos. Félix estuvo detenido en Ceuta y por aquel entonces se libro de ser fusilado, aunque otros paisanos no corrieron la misma suerte.
LA
POTSGUERRA
Regresó
después de la guerra a Montehermoso, pero debido a que su padre gozaba de buen
prestigio aquí no fue encarcelado, aunque tenía que presentarse todos los meses
en el Cuartel de la Guardia Civil para pasar lista. Bien es sabido de que Tío
Félix a veces chocaba con el abuelo Bernabé por planteamientos ideológicos.
Los que le
recuerdan comentaban que era una persona reservada, pero que gozaba de gran
inteligencia. Aparte de que su comportamiento siempre fue correcto, no dando
lugar a problemas, aunque su ideología era contraria al poder público que
estaba en esos años de postguerra.
Félix
y su amigo Lorenzo hablaban mucho de política en la huerta, y por aquel
entonces Ramón Quijada
Clemente que era muy joven, con apenas 15 años se quedaba a
escucharles, en una ocasión y ante la retorica y palabras que Félix utilizaba y
que eran muy poco comunes en la época, le entró la risa. En esto que se le
queda mirando y le hace señas a Ramón con el dedo en la cabeza como diciendo
“tú no estás bien de la cabeza” y Ramón se quedó extrañado al no entender nada,
luego con el tiempo se hicieron grandes amigos.
En una
ocasión Félix no se presentó a pasar lista en el Cuartel de la Guardia Civil,
por lo que se presentaron en la huerta los guardias José y Alvaro “El Chato”.
Preguntaron en la casa de su padre pero no estaba, luego vieron al joven Ramón
sentado y le preguntaron también, a lo que este contestó “yo no he visto nada,
yo no he visto nada”. Luego entraron por la caseta de “Los Morientes” y lo
encontraron en un sitio donde guardaban el heno. Por este hecho fue detenido
una semana aproximadamente y recibió una reprimenda de mi abuelo Bernabé. Esto
fue aproximadamente a principios de la década de 1940.
SU
MARCHA A MADRID
Al poco
tiempo se fue a Madrid por sus desavenencias con su padre que no quería que
entrara en política, allí se quedaba en una pensión donde siguió investigando con
sus libros, escritos y trabajando de fotógrafo. Mi madre siempre me decía que todo
lo que el tenia quedó en manos de la dueña de la pensión cuando murió en el año
1945 a la edad de 33 años debido a una neumonía. Fue enterrado en una fosa
común en el cementerio de La Almudena.
Mi madre me
contaba cuando estaba enferma en la cama lo contenta que se puso cuando vino
una vez su hermano Félix siendo ella muy joven y le decía mi tía Ascensión “mira Gloria, mira quien viene a verte”. Y
ella siempre se quedó con ese bonito recuerdo.
Anexo:
Félix
Alcón Gil era el tercero de cuatro hermanos y el único varón. La mayor era
Ascensión que nació el 24 de mayo de 1906, seguida de Vicenta nacida el 13 de
octubre de 1908, a continuación nació Félix el 18 de mayo de 1912 y la más
pequeña Gloria (mi madre) que nació el 4 de abril de 1920.
Actualmente estoy intentando averiguar la fecha de nacimiento de otra hermana que murió posiblemente entre 1914 y 1918, también estoy intentando poder obtener más datos sobre las causas y el día y mes de su fallecimiento.
Actualmente estoy intentando averiguar la fecha de nacimiento de otra hermana que murió posiblemente entre 1914 y 1918, también estoy intentando poder obtener más datos sobre las causas y el día y mes de su fallecimiento.
A toda
mi familia y en especial a mi tío Félix le dedico este sencillo homenaje
escrito.
Proyecto de Investigación "Díalogos para la Historia"
Juan Jesús Sánchez Alcón
Juan Jesús Sánchez Alcón