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Los Negritos de San Blas "Tradición Centenaria"

miércoles, 24 de junio de 2020

La gorra y el traje tradicional, patrimonio cultural de Montehermoso



La Gorra y el traje de Montehermoso son conocidos a nivel mundial y todo ello se lo debemos principalmente a Joaquín Sorolla, que la inmortalizó en el año 1917 en su cuadro “Extremadura. El Mercado” junto a un grupo de hombres y mujeres de Montehermoso que iban ataviados con su vestimenta tradicional.

Ese fue el comienzo del éxito internacional del traje típico de Montehermoso y de su famosa gorra que años más tarde plasmaron grandes maestros de la fotografía como José Ortiz Echagüe (1931) o Ruth Matilda Anderson (1928 y 1949).

Anteriormente pudimos ver las imágenes más antiguas del traje típico de Montehermoso en las fotografías de Jean Laurent en la boda de Alfonso XII y María de Las Mercedes (1878) y de Luis Tarszensky, el Conde de Lipa en 1867, con estos datos podemos asegurar que las fotografías del Conde de Lipa son las primeras imágenes donde aparece una pareja de montehermoseños posando con su traje típico.

Las fotografías que realizó José Ortiz Echagüe en Montehermoso en el año 1931 nos ofrecen la ocasión de contemplar los trajes típicos que se han convertido en parte de nuestra historia y de nuestra tradición, ya que se solían usar en fiestas y ocasiones especiales.

Este modo de vestir revelaba la condición social y también las posibilidades económicas de cada persona. Era lógico pensar que la gente pudiente tuviera los mejores trajes, fabricados con los mejores paños y telas, y la gente más corriente tuviera trajes y paños de menor calidad.

*Sobre alguna fotografía que aparece y decimos “este es el traje autentico de montehermoseña”, tampoco es cierto del todo. Más cuando en alguna de ellas son trajes de gala de gente pudiente, ya que los fotógrafos escogían normalmente los mejores. Y como os podéis imaginar, la gente llana y sencilla de pueblo, con un mandil, unas cintas y cuatro adornos se tenían que apañar. Cada uno vestía arreglo a su economía.

El traje tradicional de Montehermoso forma parte de nuestro patrimonio cultural y está vinculado de forma muy directa a los usos y costumbres cotidianas que eran a su vez el reflejo de la economía y la sociedad de nuestro pueblo.

*Un dato muy importante a tener en cuenta es que en muchas de las fotografías o cuadros en los que aparecen mujeres vestidas con el traje de Montehermoso, fueron estereotipos creados por los autores para ilustrar nuestra indumentaria y en varias ocasiones se presentan modelos con el Traje de Rueda (de boda) con gorra, cuando para esa ocasión no se la ponían. Cuando aparecen mujeres con el traje de gala y la gorra de espejo con la cara tapada por el pañuelo, cosa no hacían, ya que normalmente iban así con la vestimenta de diario y en las faenas cotidianas. Para que entendáis mejor, os diré que antiguamente la mujer montehermoseña se tapaba bien, para que no le diera el sol y así tener más blanca y reluciente la cara.

*Aportación a la memoria histórica de la indumentaria tradicional de Montehermoso



miércoles, 10 de junio de 2020

La indumentaria tradicional de Montehermoso

Ilustración: Manolo García Alcón


LA INDUMENTARIA TRADICIONAL DE MONTEHERMOSO

La indumentaria tradicional de Montehermoso junto con su folclore representa la mayor manifestación de las señas de identidad de nuestro pueblo y se ha convertido en todo un símbolo de nuestra comunidad. Trajes tradicionales y vestimentas usadas en la vida cotidiana, en fiestas, ritos y celebraciones que los montehermoseños han sabido conservar como parte indivisible de nuestra tradición y que se han convertido en un preciado legado cultural que nos identifica y que afianza nuestras raíces, nuestra historia y nuestra cultura popular.

Hasta mediados del siglo XX la indumentaria tradicional en Montehermoso cumplía una función que iba acorde a los rituales y manifestaciones festivas y religiosas, luciendo los trajes propios para cada situación y utilizando las prendas y paños arreglo a la economía de cada familia.

A través de los siglos podemos comprobar que el traje típico de Montehermoso ha tenido una transformación parecida a la propia evolución que la indumentaria tradicional sufre en España, desapareciendo muchos de los componentes (capas, chaquetas, elásticos, polainas, pañuelos, sombrero calañés, etc.) que se utilizaban a finales del siglo XIX y principios de siglo XX.

Esa evolución dio paso con el tiempo a una uniformidad en la indumentaria que en cierta medida unificó la tendencia en la forma de vestir, pero que también contribuyó a crear un estereotipo de traje en el cual la variedad quedó de lado para crear trajes aparentemente iguales en su forma y colorido.

Las modas imperantes contribuyeron en gran medida a esta uniformidad. Solo en algunos pueblos se conservaron las distintas variantes que representaban sus trajes tradicionales. El grupo Sabor Añejo es un ejemplo en la conservación y tutela de los diferentes tipos de vestimenta que existían en Montehermoso, tanto de diario, de luto, de fiesta o trajes ceremoniales.

Salvo en algunos casos contados, la mayoría de los trajes tradicionales que se hacen actualmente se basan en el contexto estético impuesto por las modas de los últimos años, siguiendo el mismo patrón y colorido.


LA FAMA INTERNACIONAL DE LA INDUMENTARIA TRADICIONAL DE MONTEHERMOSO

La fama internacional de la indumentaria tradicional de Montehermoso está ligada principalmente a la obra de importante pintores y fotógrafos que la plasmaron en sus cuadros y fotografías, pero también está unida a sus danzas y bailes populares que gozan de gran prestigio en todo el mundo. Todo quedó plasmado en numerosos trabajos y artículos, pinturas, postales y fotografías costumbristas que de alguna manera contribuyeron a expandir la popularidad de nuestra vestimenta que se vio enriquecida con un tocado maravilloso de paja de centeno, la original y hermosa gorra que en el siglo XIX diseño una extraordinaria artesana montehermoseña llamada Ana García Ruano.


TALLERES ARTESANALES

1 En Montehermoso existían varios talleres artesanales que elaboraban tejidos tradicionales en telares caseros, que con el paso del tiempo fueron disminuyendo a medida que el siglo XX avanzaba. El tejido en el telar es una de las técnicas manuales y artesanales que acompañaron a los montehermoseños desde hacía siglos. Los telares eran típicos en una época en la que el cultivo del lino ocupaba grandes extensiones de terreno. En el siglo XVIII Montehermoso era uno de los principales productores de lino y en su término nos han quedado nombres y topónimos que hacen alusión a ello como el Valle de Los Linares en la dehesa boyal.

El cambio en la sociedad a partir de mediados del siglo XX supuso la modernización de la industria, y la forma de vestir, lo que facilitó la presencia de nuevas fibras como el algodón y otras fibras artificiales y sintéticas. Como consecuencia del cambio socioeconómico producido y la consiguiente emigración rural hacia las ciudades, años más tarde se produce el abandono de las fibras tradicionales. Para la fabricación de paños nos ha quedado constancia de un batan de paños en el arroyo de Aceituna en el siglo XVIII.

A lo largo de los siglos la indumentaria tradicional ha ido evolucionado en función de los conceptos para las que fue creada. La gente se fue adaptando al medio en que vivía, a sus costumbres y tradiciones, por ello la vestimenta ha formado parte de las señas de identidad de cada pueblo y de las características que lo identificaban. Es por tanto un importante elemento que personifica nuestra cultura, folclore y tradiciones, representado en diferentes celebraciones y actos festivos y familiares.


Artículo publicado en Montehermoso Cultural


EL TRAJE TRADICIONAL DE MONTEHERMOSO NO ES UN DISFRAZ

El traje tradicional no es un disfraz, por eso desde hace muchas generaciones el pueblo de Montehermoso y sus habitantes han tratado siempre de velar por la conservación de sus tradiciones y preservar el arte de vestirse para no deslucir este legado patrimonial y fomentar el correcto uso de nuestra indumentaria tradicional.

El traje típico de Montehermoso es un tesoro que debemos cuidar y respetar, por eso es necesario reivindicar el buen uso de nuestra vestimenta, para que no se pierdan o adulteren nuestros símbolos y tradiciones, y preservar las raíces de nuestro pueblo. Por todo ello, es necesario profundizar en el conocimiento de nuestra historia y nuestras tradiciones, incidiendo y apelando al respeto y el buen uso de nuestra indumentaria tradicional.

El traje de gala de mujer es uno de los más bellos de España y las montehermoseñas lo lucen sabiendo que ha de llevarse con el respeto y con el orgullo de saber que es una joya de nuestra historia y de nuestra cultura tradicional, y que además son portadoras de los valores culturales que conservamos con esmero desde hace siglos.


jueves, 4 de junio de 2020

Circular sobre la epidemia del cólera morbo en 1835




Transcripción literal de la Circular sobre la epidemia de cólera morbo en 1835


CIRCULAR NUM.º 20.

A los ayuntamientos de Trujillo, Torrejoncillo, Plasencia, Montehermoso, Ceclavin y Villanueva de la Sierra dige oportunamente lo siguiente:

“Uno de los medios más seguros y eficaces de evitar los estragos del Cólera-morbo y de cualquiera otra enfermedad, es hacer observar los bandos de Policía urbana, y particularmente el que le he remitido á ese Ayuntamiento en 4 de mayo último y acompaño de nuevo; atender al abundante surtido de alimentos sanos, y al aseo y buen régimen, y demás preceptos de higiene pública: procurando al mismo tiempo inspirar confianza y resignación en los males, ya para no abatir el espíritu, ya para reanimar las fuerzas físicas para una reacción saludable: evitando las impresiones tristes de las campanas y los cantos fúnebres.

Conviene al efecto reconocer lo interior de las habitaciones, y observar si algunas se hallan sobrecargadas por gente sucia y miserable; y los individuos del Ayuntamiento erigido en Junta de Sanidad designados por el, ó los inspectores que nombre, denunciaran al mismo y exigirán multas a los omisos o condescendientes; cuya disposición será auxiliada por el aseo diario de calles y plazas, y extracción de sus inmundicias á un punto desde donde no puedan derramarse sobre el pueblo sus fétidas emanaciones; y cubriéndolas con tierra para neutralizarlas.

El consuelo de las gentes, este parcial alivio lo perciben los invadidos, cuando observan que no se les huye y que la caridad cristiana y la humanidad se ocupan á la vez en socorrerlos espiritual y corporalmente. Fácil es colegir de aquí la sagrada obligación que liga con el pueblo especialmente en tan criticas circunstancias á las Autoridades, Corporaciones y empleados de todas clases, á las Justicias y Ayuntamientos, á los Curas párrocos y Eclesiasticos seculares y regulares, á los Médicos, Cirujanos, Sangradores y Boticarios, de cuyo celo é interés por la humanidad espero me darán relevante muestras: pero si por desgracias olvidase alguno este deber, será castigado ejemplarmente con arreglo á las leyes: así como recibirán el merecido premio que les ofrece la generosa Real munificencia de S. M.

Conviene sostener á los jornaleros pobres en trabajos útiles, porque al tiempo mismo que sufragan á su necesidad, ni se enervan, ni se debilitan en la ociosidad; y respirando aires puros, no se esponen á la influencia del mal.

Importa también que los invadidos del Cólera ó de enfermedad sospechosa, y que no puedan ser sostenidos en sus casas, se conduzcan al hospital, en el que á la vez debe resplandecer la limpieza, el agrado de los asistentes y los buenos auxilios medicinales.

Para atender á estas necesidades ofrece recursos la Real orden de 11 de Julio último: los que deben distribuirse con economía, pero sin mezquindez: llevando la debida cuenta y razón, para que nunca pueda decirse que se ha enlodado el brillo suave de la caridad.

Con toda previsión á V V. estas indicaciones para que vivan prevenidos en un negocio tan importante, y me avisen de cualquiera novedad que adviertan: en la seguridad de que siempre me hallarán pronto hasta sacrificar mi vida, en cuanto penda de mi autoridad ya para reprimir el mal en su principio, ya para templar sus estragos.

Prevengo á V V. igualmente me den parte diario por el correo ordinario del número de enfermos, clasificándolos con los nombres comunes y conocidos, sin usar palabras evasivas; todo en un estado que esprese el éxito feliz ó funesto de los enfermos, el número de los que nuevamente enfermaren, y los que resulten curados, muertos o existentes. Al formar este estado el Medico estendera un artículo de observaciones, manifestando las causas comunes, topográficas y cualquiera que presuma productoras del mal; y del pan facultativo, terapéutico ó higiénico adoptado, y si tiene á su disposición los recursos necesarios para combatir la enfermedad.”

Todo lo que he mandado publicar para inteligencia y cumplimiento de los Ayuntamientos de esta Provincia, y demás Corporaciones, Empleados y Funcionarios que van espresados. Cáceres 4 de febrero de 1835.=

Francisco González Ferro.



Boletín oficial de la provincia de Cáceres: Número 12 – 9 de febrero de 1835