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Los Negritos de San Blas "Tradición Centenaria"

sábado, 26 de diciembre de 2009

La Venganza de los "mierlos". Acotaciones de una leyenda Montehermoseña

Hace años tuve conocimiento de un pequeño relato cuyos hechos se enmarcaban en la localidad de Montehermoso. Pudiera parecer a voz de pronto uno de esos cuentillos que, en plan moralizante, terminan con la moraleja de que “todo lo que se hace se paga en esta vida”. Iniciemos la pequeña narración:

Dos compadres montehermoseños habían tramado el robo de un paisano que regresaba de la feria con la billetera repleta tras la venta de sus muchos ganados. El infeliz tratante fue asaltado en la soledad de los campos, donde en vano sonaron sus gritos de auxilio. Mientras el hombre indefenso caía acribillado a puñaladas dos mirlos volaban sobre la escena del crimen. En medio de los estertores de la agonía el tratante, tras mirar a los pájaros, se dirigió a su verdugos: “Estos "mierlos" serán testigos de lo que habéis hecho conmigo”.

Los compadres asesinos ocultaron el cadáver y regresaron al pueblo. Pero pasaban los días, y el que no volvió fue el tratante. Su familia lo buscó por montes y llanos, por veredas y caminos, sin hallar el mínimo rastro, por lo que se impuso la lógica, recordando casos de esta índole: el chalán montehermoseño se había ido con el dinero, poniendo tierra de por medio y abandonando a su familia.

Al cabo de casi un año se habían olvidado las conjeturas sobre la extraña desaparición. Era tiempo de primavera y el pueblo de Montehermoso se congregaba en los parajes de la ermita de Nuestra Señora de Valdefuentes para celebrar su romería. En la zambra del momento se dejaba ver la presencia de los compadres asesinos, quienes, tal vez para sosegar sus remordimientos, no dejaban de escanciar. Sin embargo, los efectos del vino no fueron óbice para que distinguieran dos mirlos que se posaban sobre el caballete del santuario de la Virgen. Sorprendidos por aquella súbita aparición, uno de los asesinos dijo a su compañero: “Ahí tienes, compadre, a los testigos de la muerte del chalán”.

Una amplia risotada fue la respuesta del compadre, risotada que contagió a todos los presentes. Los alborozados romeros pronto se percataron de la presencia de uno de los hijos del tratante que, no admitiendo la versión oficial, andaba desde hacía meses buscando alguna prueba que le condujera al paradero de su padre y que había podido escuchar las palabras del asesino. Uniendo cabos, entre los que se encontraban los gastos en parrandas que realizaban los dos compadres sin oficio ni beneficio, llegó a la conclusión de que ellos deberían responder acerca de la muerte de su padre.

Termina la narración señalando que fueron detenidos y acusados, y que no tardaron en cantar su felonía y el lugar donde se encontraba enterrado el cuerpo del chalán.

Sin entrar en el terreno de las conjeturas y de la historicidad de esta leyenda, no podemos pasar por alto que responde a un arquetipo de narraciones en las que los animales se comportan, de manera indirecta, en delatores o en vengadores de asesinatos. En este sentido, por sus similitudes con la leyenda montehermoseña, cabe traer a colación la fábula sobre la muerte de Ibico, el poeta erótico griego del siglo VI antes de Cristo. Fue asaltado por unos bandidos, que lo hirieron mortalmente. Pidió a unas grullas que pasaban que vengaran su muerte, y poco tiempo después las aves revolotearon sobre las cabezas de los espectadores en el teatro. Uno de los asesinos estaba presente y, al verlas, exclamó: “¡Mirad a las vengadoras de Íbico!”. La indiscreción supuso la pista para la detención de los criminales.

En la fábula griega se añade que tal descubrimiento fue posible mediante la intervención divina, hecho del que también participa la narración de Montehermoso, donde la mediación de la divinidad, en este caso la Virgen de Valdefuentes, se hace patente con la presencia de las aves vengadoras sobre su espacio sagrado. No obstante, es un tema que escapa ahora a esta exposición y que en otro momento puede ser objeto del correspondiente análisis.

Puestos a buscar paralelismo, traigo por último a colación una leyenda que escuché el Olivenza y que, punto por punto, concuerda con la referida montehermoseña, si bien en esta ocasión los protagonistas son los lobos. En ella se habla de la muerte por asesinato de un buhonero, al que sorprenden dos jóvenes camino de Alcochel. Desde lo alto de la Sierra de las Puercas unos lobos presencian el homicidio, y el buhonero los pone por testigos ante sus verdugos. El descubrimiento de los asesinos, de modo parejo al de Montehermoso, tiene lugar durante la romería de la Virgen de los Santos.

Estas leyendas, a la que se podrían unir algunas otras recopiladas en Extremadura, como he dicho, responden a un arquetipo y parecen dimanar de un tronco común, cuya pautas argumentales, según pone de manifiesto el caso de Íbico, hay que buscar en un pasado muy lejano. Y en el caso que nos ocupa, Montehermoso se ha convertido en garante de su pervivencia.

José María Domínguez Moreno (Investigador, Antropólogo)

Los Negritos de Montehermoso

Félix Barroso Gútierrez (foto: Ricardo Jimenez Barrios)

    De vez en vez, de modo especial al hablar de nuestras fiestas, ritos y tradiciones, se deslizan peludos gazapos en las páginas de nuestros periódicos, lanzados a la buena de Dios por gente que se queda tan pancha una vez vomitados tales exabruptos. Así, no hace mucho leíamos que la fiesta de “Los Negritos de San Blas”, declarada de “Interés Turístico Regional” en 2005, aparece con las mismas señas que hoy en el siglo XVI y que la música que acompaña a las danzas que ejecutan los danzarines de “Los Negritos” es de la época de los celtas.

    Por decir barbaridades, que no quede. Sinceramente, por más que hemos investigado, buceado en viejos legajos, preguntado a aquel don Fausto Sánchez Dosado, que, aparte de ser paisano mío (Santibáñez el Bajo), fue párroco de Montehermoso y un auténtico ratón de archivos y bibliotecas, no tenemos un solo dato que nos hable de la fiesta de “Los Negritos” en pleno siglo XVI. Posiblemente, a tenor de las danzas de paloteados que se ejecutan y de otros rituales, algunos ya perdidos, es muy probable que tal fiesta ya existiera en dicho siglo, e incluso antes; pero son simples conjeturas. Y en lo que concierne a que la música de las danzas es de época celta, no podemos por menos que sonreírnos ante semejante brutalidad, propia de lo que suelen orinar fuera del tiesto. Un prestigioso etnomusicólogo, como fue el extremeño Manuel García Matos, que visitó asiduamente Montehermoso entre los años 1933 y 1935, nos dice lo siguiente: “Es inútil todo intento de encontrar vestigios musicales de los pueblos arcaicos; no porque creamos que no existen (no hay motivos para negar su existencia) sino porque no sabríamos reconocerlos, dada la ignorancia de la Musicología respecto de los sistemas musicales de aquellos pueblos”.

    La colorista fiesta de “Los Negritos”, que todos los años se pone en escena a lo largo de los días 2 y 3 de febrero, vibra especialmente a la hora en que los danzarines, que visten galanamente y llevan el rostro embadurnado de negro, ejecutan sus antiguas danzas, presididos por el “paloteru” y al son de los instrumentos del tamborilero. Acerca de viejas danzas de palos o de oficios, ya se rastrean su ejecución en el siglo XIII, a raíz de instituirse la fiesta del Corpus Christi por el papa Urbano IV en 1263. Tal vez, la Iglesia, a partir de esta fecha, aglutinó en torno a la fiesta del Corpus una serie de danzas que tenían connotaciones paganas y que ejecutaban los integrantes de diversos gremios en determinadas fechas. A partir de esos años, la documentación sobre danzas de paloteados y de oficios es bastante abundante, surgiendo, así mismo, leyendas de corte religioso, sobrepuestas a otras de carácter más mundano, con las que los clérigos pretendían esclarecer orígenes de peregrinos ritos u ofrecer subjetivas interpretaciones de tales o cuales fiestas, como es el caso de la leyenda que, sobre “Los Negritos”, corre entre el vecindario de Montehermoso.

    En estas danzas de paloteados que, por estas fechas de febrero se repiten en otros pueblos de la geografía extremeña, como es el caso de Nuñomoral (Las Hurdes), puede que se rastreen connotaciones guerreras, emparentadas con aquellas danzas de espadas y garrotes de las que nos hablan antiguos escritores, como Jenofonte, Silio Itálico o Estrabón. Y tampoco es de descartar ciertos posos sobre ritos propiciatorios y de fertilidad. Tampoco puede que vaya descaminado Curt Sachs, prestigioso etnomusicólogo, cuando en “Histoire de la Danse” (París, 1938) nos dice que, en las citadas danzas, existe una pugna entre la energía negativa de la defensa y la energía positiva de la fertilidad, o que “el espíritu del bien, encarnado por los danzantes, es combatido por el del mal, representado por el bufón”. Sea como fuere, el caso es que la fiesta de “Los Negritos de San Blas”, de Montehermoso, cargada de perfiles arcaicos y pintorescos, no necesita de ultramontanas interpretaciones ni de rocambolescos exabruptos sobre sus orígenes para erigirse en una de las manifestaciones etnomusicológicas y antropológicas más señeras de la región extremeña.

Félix Barroso Gutiérrez (Profesor e Investigador del Folklore y la Cultura Tradicional Extremeña)

Los Negritos de San Blas en Montehermoso y otras manifestaciones culturales en España, Europa e Hispanoamérica


ORIGEN DE LAS FIESTAS TRADICIONALES

La intención de este trabajo es hacer una investigación del origen y significado de esta legendaria tradición y de la semejanza y nexo de unión que tiene con otras manifestaciones festivas y culturales en otras partes del mundo.

La Danza de Los Negritos de San Blas que se celebra los día 2 y 3 de febrero, es un elemento de identidad cultural colectiva para toda la población de Montehermoso.

CONTEXTO HISTÓRICO

En Extremadura después de la repoblación iniciada por Alfonso IX en el siglo XIII, surgen diversas tradiciones acopladas a los gustos y creencias de los habitantes de cada villa o aldea. Los pobladores de estos lugares fueron manteniendo y trasmitiendo de generación en generación estas costumbres a sus semejantes. Es así como se forma la festividad tradicional, de la herencia de remotos tiempos y que debió crear el hombre con la finalidad de entender su entorno y sus necesidades tanto físicas como espirituales. Sin duda alguna, estas manifestaciones se formaron como producto de la fe, alegría, tristeza, amor, en fin, un cúmulo se sentimientos que identifican al ser humano.

Con el pasar del tiempo, los ritos y otras ceremonias formaron parte de la intimidad de las comunidades, absorbiendo así rasgos esenciales de su entorno, formando en ellas una suerte de registro natural de cambios ocurridos en el contexto, incluyendo posibles claves del ser humano.

Las danzas adquieren un papel relevante como elemento de identidad colectiva, de estatus social y religioso dentro de la comunidad. La danza se convierte en el elemento lúdico de la fiesta, encarna el juego entre múltiples personajes que interpretan los bailes.

Iniciaremos el trabajo en lo más remoto, enlazando datos históricos que nos van llevando a lo largo de la historia tras la pista de Las Danzas de Los Negritos de San Blas en Montehermoso.

DIABLOS DANZANTES DEL CORPUS CHRISTI 

La tradición de los Diablos danzantes del Corpus Christi tiene sus orígenes en ritos paganos, y se remontan al siglo V con la fiesta de Natalis Calicis, predecesora pagana del festival de Corpus Christi.

Fue en 1264, cuando la fiesta de la iglesia católica para honrar el Santísimo Sacramento se inició por el papa Urbano V. Como parte de la celebración se incorporaron procesiones con gente disfrazada, música y danza. Estos elementos, que se originaron con tradiciones pre-cristianas, fueron integrados en los ritos religiosos para atraer paganos a la fe católica.

Las Cofradías religiosas empezaron a desarrollarse durante la Edad Media. Con frecuencia participaron en festivales, como Corpus Christi, adoptando disfraces específicos para identificarse como miembros de un grupo. Estos grupos escogieron un santo o símbolo como objeto de su devoción. Estas Cofradías con el paso del tiempo se incorporaron a otras fiestas o manifestaciones populares en las fiestas de invierno, como es el caso de la Candelaria y San Blas. La tradición de los Diablos o Diabladas se remonta a la Europa medieval y fue introducida en América a través de la colonia española. La influencia del folklore español fue muy importante, pero no olvidemos que a su vez estas tradiciones regresaron a España con una mezcla de ritos y elementos que enriquecieron el folklore popular de muchos pueblos de España que terminaron por adoptar esta costumbrista y llamativa celebración. 

La Cofradía de los Negritos en Sevilla es una de las hermandades más antigua, fue fundada a finales del siglo XIV en 1393, por iniciativa del entonces arzobispo de Sevilla Don Gonzalo de Mena y Roelas entre los esclavos negros y negros libres que por aquella época en Sevilla eran muy comunes. Con el paso del tiempo se distribuyen por toda la península para más tarde llegar a América y llevar consigo todas estas tradiciones.

"Pocas cofradías hay que con tan buenos fundamentos puedan acreditar su antigüedad como la presente. Por fines de siglo XIV, y principio del XV, era muy común en esta ciudad el tráfico de esclavos negros. Esto multiplicó infinito esta clase de habitantes, y se reunían, con licencia de sus amos, en los días festivos; siendo generalmente bien tratados y queridos; por lo cual, el Arzobispo, que entonces era D. Gonzalo de Mena, les formó esta hermandad de cofradía del Viernes Santo, con hospital anejo a su capilla, que desde luego principió a labrarse en el sitio que hoy ocupa, y que se estrenó el año de 1403."

González de León, Félix
"Historia crítica y descriptiva de las cofradías de penitencia" (1852)


FIESTA DE LOS NEGRITOS DE SAN BLAS

Mucho se ha hablado de Los Negritos de San Blas en Montehermoso, a veces hacemos hincapié en leyendas que derivan con el tiempo en afirmaciones exactas y verídicas (según el parecer de las gentes) sobre el inicio de esta tradición. Nada más lejos de la realidad. En primer lugar para hablar de esta manifestación cultural, investiguemos los vínculos que pueda tener con otras festividades o representaciones folklóricas a lo largo de la geografía española. 

Por supuesto que antes de iniciar cualquier exposición habría que comentar que la fiesta de los Negritos en Montehermoso se realiza el día 2 y 3 de febrero, y es en la primera semana de este mes, donde aparecen tres convocatorias festivas que antiguamente tenían una gran importancia. Santa Brígida, La Virgen de la Candelaria y San Blas. De la fiesta de la candelaria se tiene constancia de su celebración desde el siglo VII, en tiempos del Papa Sergio I (687-701). Beda el venerable, monje benedictino que murió en el primer tercio del siglo VII, habla de las velas que solían llevarse en la procesión de este día, y en la primera mitad del siglo XII se menciona la bendición de las candelas. En muchas partes de España (incluido Montehermoso), ese día se daba suelta a un gran número de palomas para ilustrar de esa manera el concepto de pureza.

Tras la repoblación medieval que se llevo a cabo por esta zona, los rebaños trashumantes inician sus desplazamientos y las aldeas se constituyen con gentes venidas de Castilla-León, que traen consigo sus costumbres y tradiciones. En la Fiesta de San Blas, aparecen ritos que derivan o enlazan con antiguas etapas históricas. Se ha solido relacionar estas tradiciones con reminiscencias celtas, prerromanas y paganas, con ceremonias ancestrales de culto a la fertilidad, evocaciones guerreras y de interpretación de antiguos oficios tradicionales. Todas estas danzas a lo largo de los años se han ido enriqueciendo con numerosas aportaciones cristianas y populares.

En muchas partes de la geografía española aparecen las danzas del paleo o paloteo, compuestas por un grupo de danzantes o demonios que ejecutan sus danzas el día de San Blas. En todos lados aparece el mismo personaje o bufón parecido al Palotero. Algunas de estas danzas son de origen guerrero, otras en cambio hacen alusión a los oficios tradicionales, elementos pastoriles (San Blas era el patrón de los cardadores) y la lucha entre el bien y el mal.


Por todo lo anteriormente expuesto, hay que considerar que la tradición de los negritos de San Blas está emparejada con las danzas de negros documentadas en la España del siglo XVI y que tuvieron su origen en el siglo XIV en Sevilla.

El Palotero

El Palotero es aquel que porta los palos, el bufón o gracioso que ejerce de mediador entre los danzantes y el público. En otros sitios esta figura está formada por las carantoñas, El Zagarrón o las botargas. En cuanto al traje de Los Negritos mencionar “el Rocaol”, que era un pañuelo que antiguamente llevaban anudado en la cabeza, y cuya ornamentación ha desaparecido por completo de la indumentaria de los Negritos, se tiene constancia de su existencia en otras regiones desde el siglo XVIII.

Danzantes con la cara pintada de negro aparecen por otras partes de la geografía española. Otros sitios en Extremadura donde se celebra la festividad de San Blas: Aldehuela del Jerte, Aldenueva de La Vera, Cáceres, Campolugar, Carcaboso, Casatejada, Casillas de Coria, Cilleros, Gata, Las Mestas, Moraleja, Nuñomoral, Puerto de Santa Cruz, Riolobos, Romangordo, Santibañez el Bajo, Toril, Torreorgaz, Valverde del Fresno, en diferentes comarcas como Campo Arañuelo, Las Hurdes, La jara y los Ibores…


En España hay muchas fiestas o manifestaciones culturales parecidas, vamos a dar un breve repaso por alguna de ellas, describiendo algunos curiosos detalles.

Labastida (Álava)
En Nochebuena y Navidad realizan la Danza de los Pastores. 

Calasparra (Murcia)
El día 28 de diciembre un personaje llamado “Juan Pelotero” sale acompañado con tres ayudantes que son el alcalde, el secretario y el carcelero, azotando a la gente que encuentran a su paso. Portan un palo con una cuerda y una goma. Como curiosidad los mozos del pueblo les encargan que azoten a las mozas pretendidas para que se den por aludidas de que aquellos que mandan darles los azotes, quieren casarse con ellas. En esta localidad, unos personajes llamados Los Zamarracos, llevan la cara embadurnada de negro u un gorro cónico a la cabeza.

Albalate de Zorita (Guadalajara)
La fiesta se celebra el 2 y 3 de febrero. Los personajes aquí se denominan botargas.

Almonacid del Marquesado (Cuenca)
El día 2 de febrero los danzantes llevan un gorro adornado con flores. Al día siguiente, 3 de febrero, lucen una especie de mitra similar a la que usa el Palotero en Montehermoso.

San Leonardo de Yagüe (Soria)
El 2 y 3 de febrero festejan a la Candelaria y a San Blas con danzas de reminiscencias guerreras y pastoriles. Todavía conservan el atuendo del siglo XVIII con un pañuelo anudado a la cabeza aquí llamado "rocaol".

Valverde del Majano (Segovia)
Aquí al líder de los danzantes se le conoce como el «Zorra», que es el equivalente al Palotero, El Zagarrón o Las Botargas.

Los Danzantes de Fuentelcésped (Burgos)
Los Danzantes son ocho niños vestidos con graciosos trajes y adornados con sombreros de flores que bailan en honor de la Virgen de la Nava. El “Zagarrón” es el que dirige las danzas.

Ochagavia (Navarra)
Hace ya varios años tuve que realizar un trabajo para un curso de Técnico de Información Turística y en el que se me encargó hacer una excursión por Navarra. Aquello me hizo investigar sus principales recursos turísticos, su patrimonio, su cultura y por su puesto sus tradiciones y manifestaciones folklóricas. En mi cabeza se quedo clavado que tarde o temprano tendría que ver aquello que yo estudié y preparé con tanto cariño.

Y así fue como ocho años más tarde con los compañeros de Asociación Andares realizamos esta preciosa aventura. Recuerdo las veces que vi fotografías de los Danzantes de Ochagavia y como las comparaba con las imágenes de Los Negritos de San Blas en Montehermoso. Este año por fin pude estar en esta bella localidad y compartir experiencias con sus amables gentes que también se quedaban asombradas al ver que en Extremadura había fiestas muy parecidas en los bailes y en las tradiciones. En el mes de septiembre de 2009, tuvimos ocasión de asistir en Ochagavia a esta bella tradición que se viene repitiendo desde hace más de 300 años. Las danzas son ejecutadas por un grupo de ocho danzantes y un curioso personaje que se encarga de dirigirlos, el Bobo. Como podemos observar encontramos un estilo idéntico al protagonizado por los Negritos de San Blas en Montehermoso, más si tenemos en cuenta que ellos también realizan bailes con palos (paloteado).

Danzantes de Ochagavia

En varios lugares de España  se realizan más danzas del Paloteo, estos son algunos ejemplos:

Ventosa de la Cuesta (Ávila), Ampudia (Palencia), "El Paloteo" Danza tradicional de Villanubla (Valladolid), Danzas del Paloteo en Aranda de Duero (Burgos), Danzas del Paloteo de Cabezón de la Sal (Santander), Danzas del Paloteo de Casarejos (Soria), Grupo de Paloteo de Bernardos (Segovia).

En Extremadura encontramos varias manifestaciones parecidas en las siguientes celebraciones:

Los diablucos de Helechosa, Los diablotes de Casas de Don Pedro,  Los diablotes de Herrera del Duque, El taraballo de Orellana la Vieja, El verdigallo de Olivenza, Los castañetorros de Penalsordo, Los seises de Fuentes de Leon, Los lanzaores de la Virgen de la Salud de Fregenal de la Sierra, Danzantes de Nuestra Senora de Sopetran en Jarandilla de la Vera, Danzantes de Guijo De Santa Barbara, Danza de San Antón de Peloche, Danza de palos de Garbayuela, las Danzas de palos de Riolobos.

Otras localidades donde se celebra a San Blas en Extremadura:

Aldeacentenera, Montánchez, Villa del Rey, Ceclavín, Carcaboso, Casillas de Coria, Moraleja, Galisteo, Guijo de Coria, Riolobos, Santa Cruz de Paniagua, Oliva de Plasencia, Gargüera, Piornal, Aldeanueva del Camino, Valverde del Fresno, Cilleros Gata, Ahigal, Santibáñez el Bajo Santibáñez el Bajo, Pasarón de la Vera, Nuñomoral, Benquerencia, Conquista de la Sierra, Alcollarín, Herguijuela, Campo Lugar, Garrovillas de Alconétar,  Puerto de Santa Cruz, Robledollano, Guadalupe, Villar del Pedroso, Carrascalejo, Toril…

EUROPA

También podemos rebuscar en otras partes de Europa, para encontrarnos lazos culturales muy parecidos, ya que en Inglaterra aparecen similares grupos y danzas. Curiosidades de la vida, fue en el año 2002 cuando Juanma Sánchez, tamborilero residente en Madrid y natural de Valdeobispo me regaló un trabajo que había recopilado de varios grupos de danzantes llamados The Morris Dancers en Inglaterra. Era curioso observar sus danzas que aunque parezcan diferentes, tienen las mismas connotaciones que las que interpretan los Negritos de San Blas y otros grupos folklóricos en nuestro país. Sus danzas con palos, algunos con la cara pintada de negro y el mismo personaje que el Palotero, interpretado allí por el bufón. Lástima que la tradición del tamboril se ha ido perdiendo poco a poco (aunque conservan algunos vestigios de todo esto). Me consta que Juanma Sánchez ha participado invitado a varios certámenes en Inglaterra, donde ha tenido oportunidad de ver y escuchar a todos estos grupos. Miren en internet The Morris Dancers y encontraran una amplia información de lo que les digo.


LOS COTSWOLD MORRIS

El baile Morris presenta algunas diferencias dependiendo del sitio donde se dé. El más conocido quizá sea el que se da en Gloucestershire, Oxfordshire y Northamptonshire, y que se conoce con el nombre de Cotswold Morris. Los grupos están formados por seis bailarines, un músico y un bufón o una persona representando a un animal. Cada pueblo tiene unos pasos que lo diferencian del resto, pero existen otras zonas donde se sigue bailando a la antigua usanza como en Ilmington, Adderbury y Wheatley. Los hombres suelen llevar un pañuelo, camisa blanca, chaleco, pantalones blancos, calzones oscuros con zapatos negros y cascabeles debajo de la rodilla. 

Finlandia
Como dato curioso en Finlandia también existen este tipo de grupos “Helsinki Morrisers”.

HISPANOAMERICA

Ahora nos vamos más lejos, crucemos el charco rumbo América Latina, seguramente encontremos muchas tradiciones importadas de España en la época de la colonización de América. Hace un tiempo me puse en contacto con gente de México, Perú, El Salvador, y Bolivia y comentamos la relación del folklore en esas tierras y su relación con otras manifestaciones culturales de nuestro país. Mi sorpresa fue encontrar varios grupos o Cofradías de Negritos en Perú, Bolivia, Venezuela, Chile, México… y como nota curiosa añadir que los dos primeros países mencionados Perú y Bolivia, rivalizan y discuten sobre de donde proceden algunas de estas danzas.

Quien nos puede dar más datos es Pilar Barrios Manzanos, prestigiosa musicóloga de la Universidad de Extremadura que ha viajado a América a investigar la relación de su folklore y la herencia y parentesco con España. Pilar Barrios lleva muchos años investigando y yo he tenido la oportunidad de estar con ella en varias jornadas de investigación aquí en Montehermoso, colaborando con todo lo que pude, en esta gran labor que viene realizando desde hace muchos años. Ella nos aportará más datos sobre toda la investigación que realizó en su viaje a América.

La fiesta de los Negritos de San Blas en Montehermoso, atrajo también en el año 2002 a otro grupo de investigadores, como es el caso de Enrique Cámara de Landa, Jefe de la Sección Departamental de Historias y Ciencias de la Música de la Universidad de Valladolid, Marita Fornaro Bordolli (antropóloga), Coordinadora del Área de Musicología de la Escuela Universitaria de Música de la Universidad de la República en Montevideo (Uruguay). Antonio Díaz Rodríguez (antropólogo), Escuela Universitaria de Música de la Universidad de la República en Montevideo (Uruguay). Victoria Eli Rodríguez, Departamento de Arte Contemporáneo de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, y Jorge Maleta Cociña, (musicólogo cubano).

El trabajo realizado dio origen al Proyecto de Investigación “Estudio de la música en Extremadura a través de sus protagonistas”, y fueron varias las conferencias que dieron por todas partes en España e Iberoamérica. Como muestra vale recordar alguna de las exposiciones que se realizaron.

VIII ENCUENTRO PARA LA PROMOCIÓN Y DIFUSIÓN DEL PATRIMONIO INMATERIAL DE PAÍSES IBEROAMÉRICANOS, Celebrado en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia del 8 al 14 de septiembre de 2007. En él se trataba de las relaciones interétnicas y culturales entre Bolivia, Ecuador, Colombia, Cuba, España, Francia, Haití, México, Panamá, República Dominicana y Venezuela. Dentro de este encuentro este grupo de investigadores realizó las siguientes exposiciones el día 10 de septiembre. La tradición y sus transformaciones: Dos casos extremeños. Santiago Bejar y Encarnación Ramallo. Música Tradicional Extremeña: Los Negritos de Montehermoso. 


Origen y Significado de la Fiesta Tradicional de Corpus Christi.

La imposición de la cultura europea sobre las ricas y variadas configuraciones culturales prehispánicas existentes en los países americanos, fue el principal propósito de los colonizadores quienes pretendieron reproducir en ellos, realidades existentes en su país de origen. Uno de los objetivos más importantes fue el de difundir la religión católica entre los pobladores de los territorios recién conquistados y a los contingentes de esclavos que fueron traídos desde África.

Es por eso que hoy, el calendario festivo iberoamericanas figuran como fechas de asueto las más destacadas del calendario católico: Navidad, Cuaresma, Semana Santa, Corpus Christi y los onomásticos de vírgenes y santos patronos que rigen el ciclo de cada uno de los países.

A continuación expongo una breve reseña sobre tradiciones y manifestaciones folklóricas iberoamericanas que guardan cierta similitud con la fiesta de Los Negritos de Montehermoso.

Diablos Danzantes del Corpus Christi en Hispanoamérica

Los Diablos Danzantes de Corpus Christi en Hispanoamérica, constituyen uno de las fiestas rituales más arraigadas, expresión del mestizaje cultural, vale decir, la diversidad cultural que caracteriza la conformación del pueblo iberoamericano y que perdura hasta nuestros días. Se manifiesta en distintos puntos del continente, con sus particularidades y semejanzas en cada una de ellos. Los participantes de la danza ritual pertenecen casi en su totalidad a cofradías religiosas que cumplen promesas, para lo cual se atavían con indumentaria especial, utilizan máscaras y tocados, así como diversos accesorios que identifican la manifestación localmente. La tradición tiene sus raíces en ritos paganos europeos, y se remontan al siglo V con la fiesta de Natalis Calicis, predecesora pagana del festival de Corpus Christi.

Fue en 1264, cuando la fiesta de la iglesia católica para honrar el Santísimo Sacramento se inició por el papa Urbano V. Como parte de la celebración se incorporaron procesiones con gente disfrazada, música y danza. Estos elementos, que se originaron con tradiciones pre-cristianas, fueron integrados en los ritos religiosos para atraer paganos a la fe católica.

Cofradías religiosas también empezaron a desarrollarse durante la Edad Media. Con frecuencia participaron en festivales, como Corpus Christi, adoptando disfraces específicos para identificarse como miembros de un grupo. Muchas veces, estos grupos escogieron un santo o símbolo como objeto de su devoción.


TRADICIONES MEXICANAS

Danzas Tradicionales en Guerrero (Danza de los Diablos)

Los orígenes de esta danza se remontan a la época colonial, como una manifestación de la evangelización de las misiones que querían inculcar a los indios los conceptos básicos de la religión cristiana, así como una nueva concepción de los valores del bien y del mal. En esta danza existen dos personajes principales: la muerte y lucifer. Además, aparecen cuando menos 6 parejas de diablos y 2 o 3 bufones llamados “huesquistles”. En el baile, el diablo mayor está golpeando una quijada de burro, rítmicamente; al mismo tiempo, encabezando una fila aparece la diabla, quien lleva una tonadilla musical con una guitarra, que es la que sirve de acompañamiento a la danza. Otro diablo hace sonar rítmicamente una caja de madera. Esta danza se representa, principalmente en: Tixtla, Chilapa, Chilpancingo, etc.

Danzas Tradicionales en San Pedro y San Pablo Ayutla, (Danza de los Negritos)

En este municipio del estado de Oaxaca, el último domingo de enero se festeja al santo patrón del pueblo, San Pablo apóstol con bailes, juegos pirotécnicos, música, la Danza de los Negritos, procesiones y feria.

Danzas populares de Veracruz (Danza de Los Negritos)

Esta danza tiene su origen a principios de la época colonial y se dice que la ejecutaban los indígenas al momento de entregar el tributo a los encomenderos. Se representa la historia del trabajo en una hacienda cañera y termina con la ceremonia de matar una culebra, con un contenido mágico que obliga a los participantes a guardar ayuno y abstinencias en la víspera de la danza.

Existen diferentes versiones, siendo una de las principales, la que se presenta en la región de Papantla, (Veracruz). Es una danza en la que se reúnen elementos culturales muy variados: africanos, andaluces e indígenas. La región del señorío de los Tococanos fue destinada, en gran parte, al cultivo de la caña de azúcar, siendo los esclavos negros traídos de África por los españoles, los encargados de las labores más pesadas. Cuenta la leyenda que un día, una víbora mordió al hijo de una negra y ella, siguiendo los ritos de sus ancestros, aprisionó a la víbora y la llevó, con el niño, a donde había otros negros. Con la víbora sujeta fuertemente por la cabeza, hicieron una ceremonia en torno al lesionado esperando que por un milagro se aliviara.

La danza de los Negritos es una de las más populares en toda Sierra Madre Oriental; es propia de los pueblos totocanos de los Estados de Veracruz y Puebla, aunque también se le encuentra en algunos pueblos nahuas de las mismas entidades.

La indumentaria es una máscara de negrito y ropa con listones de colores vivos o traje militar que parodia los quepis franceses. Los instrumentos que acompañan los sones son la flauta de carrizo y el tambor. En ocasiones también los acompaña el violín.

Danza de los Negritos en Cuetzalan. Lorenzo Armendáriz

El centro de Cuetzalan se convierte en un verdadero mosaico de color, donde las danzas, la música y la devoción con claras reminiscencias prehispánicas y coloniales se dan cita durante la fiesta de San Francisco.

El pueblo de Cuetzalan, en la Sierra Norte de Puebla, se convierte durante los primeros días de octubre en el espacio idóneo para que un gran número de comunidades indígenas manifieste lo más rico y profundo de sus tradiciones artísticas y religiosas. La fiesta de San Francisco de Asís, el 4 de octubre, da pie para que los pueblos vecinos de Cuetzalan inunden el centro de la población en un mar de color, flores, incienso, devoción, alegría, música y danzas.

La de los Negritos es otra danza que tiene su origen durante la época colonial. Según cuenta la leyenda, hacia el año de 1550 convivían en el patriarcado de Papantla un numeroso grupo de totonacas y esclavos negros traídos del continente africano. Un mal día, una víbora mordió a un niño negro; al ver esto la madre del niño corrió a llevar al pequeño ante los demás negros, quienes realizaron una extraña ceremonia entre bailes y gritos, esperando el milagro de que el niño se salvara. Dice la tradición que los totonacas observaron sorprendidos este baile y más tarde lo imitaron. En la actualidad, la danza consiste en dos líneas de ejecutantes comandados por un caporal que va en el centro. Participa también una “maringuilla”, que es un hombre vestido de mujer que representa a la Malinche. El resto de los danzantes ejecuta complicados pasos que remarcan vigorosamente sobre el pavimento, dándole mayor lucidez a este estruendoso zapateado. Acompañan a la danza dos músicos que con guitarra y violín interpretan alegres sones, conocidos como “la Entrada”, “el Trapiche”, “la Víbora”, “el de la Calle” y “la Despedida

Danzas Tradicionales en Guerrero (Danza de los Diablos)

TRADICIONES VENEZOLANAS

Diablos Danzantes de Venezuela

La tradición de los diablos o diabladas se remonta a la Europa Medieval y fue introducida en Venezuela a través de la colonia española, probablemente durante el siglo XVI. En América existen diferentes organizaciones o cofradías de diablos pertenecientes a diferentes culturas europeas lo cual confirma la expansión que se diera en este continente como manifestación de carácter popular religioso.

En Venezuela, la festividad de los diablos se realiza también el día de Corpus Christi, fecha variable entre mayo y junio, pero siempre un jueves para homenajear al Santísimo Sacramento. La comparsa de los diablos, paradójicamente, posee un gran sentimiento místico religioso y está fundamentada en el pago de promesas que sus devotos deberán hacer al Santísimo en el momento de su incorporación a esta cofradía.

Diablos Danzantes del Corpus Christi

Los Diablos Danzantes de Yare el día de Corpus Christi, bailaban para rendir devoción al Santo Patrono San Francisco de Paula de Yare, al Santísimo Sacramento y a Jesucristo. Los Diablos Danzantes de Corpus Christi de Venezuela son unas de las expresiones del patrimonio oral venezolano que por su riqueza, significación y tradición reflejan fielmente la identidad y diversidad cultural de este país, allí se expresa la influencia indígena, europea y africana. Gracias a la memoria colectiva de sus miembros y al conocimiento asociado a esta manifestación cultural, transmitida en forma oral de generación en generación, esta tradición se mantiene y revitaliza hasta la actualidad.

Diablos Danzantes de Naiguatá

La festividad de los Diablos Danzantes de Naiguatá se remonta a la época del siglo XVII, cuando los encomenderos trajeron a los negros africanos que venían del Congo junto a los españoles. Un gran número de ellos se alojaron en Naiguatá y empezaron a combinar sus costumbres.

Cofradías tradicionales en Venezuela

Los sitios donde se encuentran las cofradías más activas y tradicionales de Diablos Danzantes son: Naiguatá (Vargas); San Francisco de Yare (Miranda); Patanemo (Carabobo); Chuao, Cata y Ocumare de la Costa (Aragua). Otro grupo tenía su origen en Turiamo y todavía se identifica como los Diablos Danzantes de Turiamo.

TRADICIONES PERUANAS

El Baile de los Negritos: mezcla de culturas

Es una de las danzas más populares del centro peruano - Huánuco -, nos habla con ironía del rigor de la colonia, cuando los esclavos cultivaban caña en las haciendas huanuqueñas.

Sin embargo, por esos curiosos quiebros que dan las tradiciones, ha pasado a ser un festivo modo de expresar cariño al Niño Jesús. Las cofradías de los “negritos” salen a recorrer la ciudad, luciendo sus máscaras y sus mejores galas.

En el elenco de danzantes destacan los corochanos, personajes que representan a los caballeros españoles, pero con aires bufonescos.

Sus inicios se pierden en el año de la colonia cuando los hombres de color fueron traídos al Perú desde Cafre y otros pueblos de África para los trabajos en las haciendas, la minería y los conventos. Es muy importante destacar el decreto promulgado por Ramón de Castilla sobre la libertad de los negros el 13 de diciembre de 1854.

Desde esa fecha, conjugando el nacimiento del Niño Dios, las cofradías (que provienen del lugar de origen desde donde fueron llevados) aparecieron en las calles. Los danzantes al son africano del bombo visitaban los nacimientos de las iglesias, bailando y bebiendo.

Los dueños de los nacimientos con el tiempo les invitaban huarapo y shacta en recompensa. Así lo hicieron años sucesivos y de esta manera se institucionalizó el baile y la Danza de Los Negritos. Con el paso del tiempo los hombres de color fueron reemplazados por los mestizos y luego por los blancos. Como la danza era de los negritos, éstos tuvieron que confeccionarse máscaras.

Cofradía de los Negritos en Huánuco (Origen de la danza de los Negritos) Roberto Jesús Mendoza Escobal

La Danza de los Negritos nació en la Colonia en las Ciudades y villas de encomenderos y acaudalados propietarios de esclavos, pues los Negros y mulatos imitaban los bailes Danzas y la música de sus Amos y practicaban en los galpones, corrales y las plazas públicas.

Son personajes de la Colonia: el Corochano es la representación burlesca del corregidor; el Turco es el encomendero poderoso señor que cobra los tributos y negocia con los indios y la Dama es la mujer de este, la matrona Española; Los Caporales son los directores de las Faenas de trabajo de campo de los Negros, el Abanderado es el Alférez Real, miembro del cabildo quien en las ceremonias o desfiles portaba el estandarte de la Corona Española, emblema que declarada la República se trocó con la Bandera Argentina e recuerdo a San Martín o Libertador de los Negros.

La Música y la Danza de los Negritos, tiene su origen lejano en la Danza Española llamada Morisca practicada en el siglo XV. La Danza Morisca integraban y Danzaban seis Hombres uno de ellos vestido de mujer llamado Dama y un Diablo todos llevaban campanillas cosidas a la ropa. Además los danzantes formaban dos columnas y bailaban en parejas con los rostros tiznados. En Huánuco se practicaron las Danzas primero en las haciendas y luego en las Ciudades.

La danza de los negros en Otuzco. (Fiesta de la Mamita)

Negros, morenos o negritos son los apelativos más comunes de los conjuntos de danzantes que intervienen en la mayoría de festividades populares a lo largo de los Andes. No son descendientes de africanos, se trata de poblaciones de claro ancestro indígena que se disfrazan de negros. La mayoría de grupos de "negros" que danzan o desfilan en las festividades andinas reclaman como origen la presencia de los esclavos descendientes de africanos. Las bandas de " negros" se habrían constituido parodiando los bailes y canciones de los servidores coloniales.

El argumento se refuerza con las historias construidas por cada grupo para explicar su origen. En algunos casos, como "la morenada de Chongos" en el valle del Mantaro, se usan máscaras que reproducen rasgos negroides. Su participación más notoria sucede durante la fiesta de Santiago (27 de julio), allí compiten los barrios enfrentándose a latigazos y ocultando su identidad (al menos formalmente) con las caretas y vestidos que se interpretan como atuendo militar.

En Santiago de Chuco, "negros" pintados y "negros" con máscara confluyen en sus bailes para la fiesta del santo patrono, pero existen jerarquías, los que usan caretas son unos cuantos y ejercen como líderes del grupo. En Otuzco los "negros" se cubren con un saco de yute (costal usado que se coloca sobre las ropas habituales), ciñen su cintura con cadenas y se pintan de negro la cara y las manos usando el hollín de los utensilios de cocina o betún de zapatos. Completa su disfraz un sombrero alón con un lazo doblado en forma de rosa, cosido en su parte delantera.

TRADICIONES EN EL SALVADOR

En El Salvador hay tradiciones como la de Los Negritos y Los Emplumados de la ciudad de Cacaopera.

Los Negritos de Cacaopera realizan danzas en honor de la Virgen del Tránsito en agosto. Las danzas empiezan desde primeros de mes, anunciando que vienen las fiestas. En la fiesta principal, al caer la tarde se realiza el convite, donde todos los asistentes comparten y regalan alimentos. Al caer la noche empieza la llamada mesada dentro de la iglesia. Cada danzante 24 lleva cerillos y tres candelas que se colocan alrededor del recinto. Los danzantes se dividen en cuadrillas (la de la Virgen y la del Señor), cada una consistente de Negro Mayor, Capitán, Bandera y Varita. Al acabar la ceremonia religiosa salen a las calles a acompañar la procesión.

Los emplumados de Cacaopera llevan en sus danzas una banda ancha cruzada del sobre un hombro y anudada en la parte inferior. Se representan en Cacaopera especialmente los días 14 y 15 de agosto, en ocasión de las festividades de la virgen del Tránsito. 

También se utilizan mascaras negras para bailar en la Danza de "La Sanjuaneada", del pueblo de Conchagua. En esta celebración dos danzantes con máscara negra son acompañados por un danzante con máscara blanca, a quien llaman cumiche. Algunos investigadores dicen de este baile que se hace en honor de Santiago Apóstol y de San Sebastián Mártir, que tiene unos 5 siglos de antigüedad. La característica es que el hombre que se disfraza de “vieja” lo hace ataviado con un vestido muy colorido, y portando una máscara negra, al igual que sus dos acompañantes.

La Danza de la "La Yegüita" de la población de Chilanga, se baila en los pueblos indígenas de la región oriental de El Salvador. En ella se utilizan varas para bailar. En el centro  hay  un danzarín  rodeado de cuatro  campesinos  que simulan una pelea. “La Yegüita” es un elemento pacificador, ya que cuando se entrelazan a pelear con las varas, esta interviene y los aparta con sus varas, dejando la paz entre ellos.

El Baile del Zopilote. Este baile tradicional se hace en Concepción de Ataco, Ahuachapan. Los componentes son los viejitos (mascaras) y un zopilote en el centro del baile, los cantos son tradicionales de esta zona y son interpretados con música de cuerda. 

Agradecimiento a Ana Mercedes Miranda Morán, Poeta y promotora cultural por sus aportaciones sobre las fiestas y tradiciones en El Salvador.


Breves apuntes:

Estas manifestaciones culturales se celebran en gran parte Hispanoamérica y otros países de América Central: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, México, Panamá, Perú, Puerto Rico, República Dominicana (Santo domingo), Santo Tomé, Uruguay, Venezuela…

MÉXICO
Danza de Los Negritos de Papantla
Danza de Los Negritos de Yatzachi El Alto (Oaxaca)
Danza de Los Negritos de Atenpan (Puebla)
Danza de Los Negritos de Caltzontzin
Danza de Los Negritos de Cherán (Michoacam)
Danza de Los Negritos de Hueyapan (Puebla)
Danza de Los Negritos de Poza Larga Zapotal
Danza de Los Negritos de Puebla
Danza de Los Negritos de San Bartolomé Zoogocho
Danza de Los Negritos de Yalálag
Danza de Los Negritos de Zapotitlán de Méndez (Puebla)
Danza de Los Negritos en San Andrés Solaga, Oaxaca
Fiestas de Los Negritos en Aguililla, región de Pátzcuaro
Danzas Tradicionales en Guerrero (Danza de los Diablos)
Danzas populares de Veracruz (Danza de Los Negritos)
Danza de los Negritos en Cuetzalan del Progreso (Puebla)
Danza de los Negritos en Telelilla de Miguel Islas
Danza de los Negritos en San Pedro y San Pablo Ayutla
Danza de Los Negritos de la región Totocana
Los Negritos de Argentina (Atizapan de Zaragoza)

PERÚ
Danza de Los Negritos de Recuay
Danza de Los Bailanegritos de Trujillo del Perú
Cofradía de los Negritos en Huánuco
Los Negritos de Tambo de Mora (Chinche)
Los Negritos de Chacallatana (Huancavelica)
Los Negritos de Gorgor, Provincia de Cajatambo, Departamento de Lima
La Danza de los Negros en Otuzco
Danzas de los Negritos en Arequipa
Danzas de los Negritos en Huancaya, Yauyos (Lima)
Danza de Los Negritos de Junin
Danza de Los Negritos de Huayán, del Distrito de Huayán, Provincia de Huarnay
Danza de Los Negrillos de Chivai (Arequipa)
Danza de Los Negritos de Chincha
Danza de Los Negritos de Cocachacra
Danza de Los Negritos de Huañec
Danza de Los Negritos de Huaytara
Danza de Los Negritos de Ica
Danza de Los Negritos de San Juan Bautista
Los Negritos de Callejón de Los Espinos
Los Negritos de Quinches
Los Negritos de Santiago de Chocorvos

BOLIVIA
Danza de los Negritos del Carnaval de Oruro

COLOMBIA
Danza de Los Negritos en Tierradentro
Danza de los Negritos en la región de Cauca 

EL SALVADOR
Danza de Los Negritos en Cacaopera (Departamento de Morazán)

VENEZUELA
Diablos Danzantes del Corpus Christi
Diablos Danzantes de Naiguatá
Danza de los Vasallos de la Candelaria en Mérida 


Nota: Es curioso observar como en la mayoría de las diferentes danzas de Negritos en Hispanoamérica, interviene la serpiente como elemento destacado, y esta a su vez aparece en una de las danzas de los Negritos de San Blas en Montehermoso. También destaca el trenzado (baile del cordón) y la Morenada o Diablada.

Este trabajo solo quiere hacer una comparación sobre algunas tradiciones que existen en España, Europa e Iberoamérica y el vínculo con la Fiesta de los Negritos de San Blas en Montehermoso. El tema se tratará más detenidamente y por supuesto por personas que tienen un mayor conocimiento que yo. Para esta labor, ya hay investigadores más cualificados que la persona que les escribe, yo solo soy un humilde investigador y divulgador de todas estas manifestaciones culturales.

Los Negritos de San Blas en Montehermoso y otras manifestaciones culturales en España, Europa e Hispanoamerica


Otros enlaces sobre Los Negritos

Los Negritos de San Blas "Tradición Centenaria"

Los Negritos 2012 y otras curiosidades y anécdotas de su trayectoria

viernes, 25 de diciembre de 2009

La soledad del barquero

Barquero (1995) Jesús Fernández

Anselmo, salió al exterior del bujío para disfrutar del amanecer sobre el río Tajo. Una ráfaga de aire frío, hizo que se apretara instintivamente la pelliza al cuerpo, subiéndose el cuello. El cielo, de un gris plomizo, amenazaba con aplastar la tierra, el día prometía lluvia y frío, al igual que las tres semanas anteriores.

Empezaba a estar harto de aquel invierno crudo. Recostado sobre la pared de piedra y al resguardo del aire, hizo chasquear el mechero de pedernal para encender el cigarrillo liado la noche antes. Aquellos momentos anteriores a la jornada de trabajo, le resultaban de lo más placentero, aunque, a decir verdad, hacía días que no transportaba a nadie a la otra orilla, hizo memoria y por lo menos habían pasado quince días sin que nadie requiriera sus servicios de barquero. Allí en el Agujero, en la orilla opuesta a la villa de Garrovillas, la soledad se cebaba en su persona, cada año le resultaba más penoso su trabajo.

Primero, fue su mujer, llamada todavía joven a rendir cuentas a San Pedro; después, sus hijos que, ante la falta de futuro emigraron a las Vascongadas en busca de un trabajo, y ahora la falta de clientes con quien cambiar noticias, su contacto habitual con el exterior durante meses. Un leve rebuzno distrajo su atención. Paca la burra, hija de Rufina, devorada por los lobos hacía ya cinco años, reclamaba su ración diaria de paja y centeno. Anselmo, se dirigió al cobertizo, cogiendo un fardo de heno y un balde con centeno para Paca. Después de echarle de comer, regresó a casa, con intención de tomarse un café negro con mucho azúcar y un currusco de pan de sobras de la cena. Al buscar en la alacena el azúcar, cayó en la cuenta que se estaba retrasando el hombre del jato, como era conocido por los pastores de Rehana, el buhonero encargado del avituallamiento de aquellas gentes. En un par de días, de no aparecer, tendría que acercarse a Portezuelo, para abastecerse de lo necesario para aguantar otros quince o veinte días.

Mientras removía su café, se acercó a la chimenea, donde un pequeño fuego luchaba con prender en un tronco que puso al levantarse. Sentado en su tajo de corcha, absorto en las llamas, empezó a repasar su vida de barquero en aquel Tajo, que si bien mantuvo a su abuelo y a su padre, ahora parecía decirle que toda una época estaba pasando. Cada vez sus servicios eran menos solicitados, la gente prefería ir en la empresa hasta Garrovillas, o en sentido inverso a Torrejoncillo, sin necesidad de ir caminando los más y en caballería los menos, para cruzar el río en barca.

Cuantas historias vividas y contadas por terceros atesoraba en su memoria, como la última cacería de lobos en la sierra del Arco, donde se abatió a la única loba de los contornos. Ahora los echaba de menos, inteligentes y astutos algún susto le dieron, pero a las noches les faltaba algo con su ausencia, y si ahora puede contarlo es gracias a sus fieles mastines; Tizón y Retama, que orgulloso se sentía de aquellos animales y como lloro cuando fueron asesinados por algún desaprensivo trampero. Recordar aquello, todavía le hacía encogerse él estómago, de haber encontrado al culpable el día que descubrió a sus perros atrapados en los cepos, lo habría despellejado vivo.

Si, son muchos años viviendo en estas tierras, viendo pasar gentes de toda condición; ganaderos a la feria de Garrovillas, segadores de Hinojal, olleros y pañeros de Torrejoncillo, leñadores de Acehuche, incluso de niño conoció algún notario y hasta un obispo. Decididamente, aquello pasó, el progreso lo estaba arrinconando y él ya no tenía fuerzas para seguir luchando por un mundo que tocaba a su fin. Al levantar la vista del fuego, miro por la ventana, en ese momento un ojo se abrió en el cielo y un rayo de luz ilumino su barca. Qué bonita y que sola te estas quedando, pensó.


Antonio Mª. Serrano Fraile


Jornadas de investigación del patrimonio histórico en la Dehesa Boyal de Montehermoso


El 7 de febrero de 2009 la Asociación Andares organizó unas Jornadas de Investigación del Patrimonio Histórico en la Dehesa Boyal de Montehermoso. Estas jornadas estaban dirigidas a arqueólogos, investigadores y amantes del patrimonio histórico–cultural y los yacimientos arqueológicos de Extremadura.


Las jornadas tuvieron los siguientes objetivos:

- Estudio de los valores patrimoniales, etnográficos, etc. de la Dehesa Boyal de Montehermoso.

- Impulsar un verdadero Programa de Conservación de Elementos Patrimoniales.

- Investigación, recuperación y conservación de elementos patrimoniales en la dehesa boyal.

- Recuperación, conservación y restauración del Complejo Arqueológico - Etnográfico.

- Recuperación de elementos constructivos de usos agropecuarios.

- Recuperación de la arquitectura rural tradicional.

- Valoración de recursos: Zahúrdas, chozos, molinos, fuentes…

- Elementos Históricos y Patrimoniales.

- Trabajo de campo.

- Recorrido por diferentes entornos de la dehesa boyal.

- Localización de elementos patrimoniales y construcciones tradicionales.

- Localización y datación de yacimientos megalíticos.

- Estudio de posibles asentamientos.

- Mesa de debate en el medio natural.

- Estudiar la problemática que afecta al Patrimonio Histórico-Artístico e intentar darle solución con ideas innovadoras.

- Debatir aspectos relacionados con el patrimonio.

- Compartir experiencias.

- Propuestas para la recuperación del patrimonio.

- Debate sobre los proyectos que se van a acometer.


Se ha observado un abandono del patrimonio en la Dehesa Boyal muy preocupante, sin apenas vigilancia y mantenimiento, con una serie de desperfectos en el Complejo Etnográfico, Complejo Dolménico y señalética, que no son reparados y que son perfectamente visibles a los ojos de todos los ciudadanos y visitantes. 

Es un deber social y político, reconocer los méritos y proteger legalmente el Patrimonio Arqueológico-Etnográfico y Medioambiental de la Dehesa Boyal bajo la figura de “Bien de Interés Cultural”. Es necesaria la concesión merecida de Títulos Institucionales y Jurídicos que agradezcan y salven sus huellas y sus valores universales, para la perdurabilidad de los mismos. A la vez la suma de estas iniciativas consolidaría definitivamente la olvidada proyección que ha tenido la Dehesa Boyal en los últimos años.

Esta iniciativa tendrá su continuación en un futuro, con nuevas Jornadas sobre Historia y Cultura Tradicional dedicadas a al estudio y puesta en valor del Patrimonio Arqueológico-Etnográfico existente en la Dehesa Boyal.