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Los Negritos de San Blas "Tradición Centenaria"

miércoles, 13 de enero de 2010

Curiosidades de Nuestra Historia

El aterrizaje de un avión alemán en las Huertas del Cuarto Holgado en Montehermoso

Una de las historias más curiosas que sucedieron en Montehermoso, fue el aterrizaje forzoso de un avión alemán en las Huertas del Cuarto Holgado. La fecha exacta de este percance no está datada con exactitud, aunque algunas personas la sitúan a principios de la década de 1940. Hay varios testimonios que narran historias que han ido pasando hasta nuestros días y que esperamos completar a su debido tiempo.

El avión por causas que se desconocen –pudiera tratarse de una avería- daba vueltas intentando aterrizar en Montehermoso. En una de estas maniobras cayó una botella de leche en el Pozo Mirón. Como no vio descampado alguno se dirigió a las vegas de rió Alagón intentando buscar zonas más llanas donde poder iniciar un aterrizaje de emergencia. Todo esto parece ser que ocurrió en domingo.

Los pilotos fueron recogidos y llevados al pueblo, allí fueron alojados en casa de Ruperto Garrido Garrido. Pidieron habitaciones que se pudieran cerrar con llave por dentro, y dormían con la pistola siempre al lado de la almohada. Uno de los pilotos –que parece ser era un importante oficial- era aficionado a los relojes, y consiguió arreglar el reloj de la torre que estaba averiado.

Al lugar del incidente, acudieron al poco tiempo muchos soldados en camiones y se llevaron el avión pieza a pieza. La gente recordaba los camiones cargados por “la Rengailla”, y hablaban de aviones volando que habían visto desde la solana donde vivía Don Aurelio el médico.

AHORA EXPONGO UN CURIOSO DATO
¡Pero cuidado!, es solo un dato y una anécdota que me ocurrió. No es ninguna afirmación exacta de lo que pudiera ser el tema antes descrito.

En el año 2002 realizando una visita guiada en el Museo Etnográfico de Montehermoso, exponía a los presentes la historia de nuestro pueblo a través de diversas fotografías, antiguos aperos de labranza y artilugios de las cocinas tradicionales, cuando levantando una antigua plancha y comentando la curiosidad de tener grabado el símbolo de la cruz gamada, explico a el grupo de personas la historia del avión alemán en las Huertas del Cuarto Holgado, cuando una persona no dejaba de anotar cosas en una libreta. Una vez terminada la visita se dirigió a mí y me insistió en que le volviera a contar la historia desde un principio sobre el extraño caso del avión alemán. Al terminar, me comentó que llevaba años investigando sobre la desaparición de un avión alemán por estas tierras del norte de Extremadura, y que creía que el piloto era un importante oficial alemán, que portaba documentos muy valiosos. Si no, que motivo a que se llevaran el avión pieza a pieza.

En otra ocasión en el año 2003 me sucedió algo parecido con una señora que me comentó una historia parecida. Algunas Informaciones que la gente aportaba, indicaban que uno los tripulantes del avión era un alto oficial alemán que transportaba documentos secretos. Yo ni afirmo, ni desmiento los comentarios, solo me dedico a exponerlos.

Creo que la historia da para mucho más y que aún queda bastante por investigar. Aportaré algunos datos y testimonios para que todos conozcamos algo más de esta intrigante y curiosa página de nuestra historia.



El Príncipe Juan Carlos en Sartalejo

Hace poco tiempo, en una amena conversación con Virgilio González Galindo, este me recordaba la época en que el Rey estuvo en Sartalejo, allá por la década de los 50, cuando todavía era príncipe heredero a la Corona de España.

Comentaré más detenidamente las circunstancias de esta visita y varias curiosidades y anécdotas que nos ofrecerá nuestro buen amigo Virgilio, del que tan buenos recuerdos tengo.

La incredulidad de Virgilio cuando Manolo el encargado le comenta que venía el Príncipe y este sin creérselo le espetó “Si ya, va a venir el Príncipe de los Gitanos”. Y la cara que puso cuando vio bajar por el camino la comitiva de coches.

El Príncipe Juan Carlos venía acompañado por dos enormes guardaespaldas que no se separaban de su lado. A Virgilio le dijeron que hablara sin temor y que contestara a todas las preguntas y cuestiones que Don Juan Carlos le planteara.

Revisaba los motores, los cuadros de la luz, los mandos, y se interesaba mucho por el funcionamiento de toda la maquinaria.

Comentaré donde se hospedó y algunas anécdotas que más adelante contaré. Seguro que esta historia os gustará.